A los 40 años del SUTEP los maestros peruanos siguen luchando
PEPE RAMOS; presidente del gobierno regional de Loreto 2014.
Un loretano al servicio de su región.
EL
sábado pasado, 18 de agosto, el Sindicato Único de los Trabajadores en la
Educación del Perú (SUTEP) ha decidido iniciar una nueva huelga nacional
indefinida a partir del próximo 5 de setiembre.
Una larga historia de heroica lucha
Quién
no conoce la historia de la lucha de los maestros en América Latina, como lo
demostró José Carlos Mariátegui en su libro “Temas de Educación” al mencionar y valorar el esfuerzo
reivindicativo de los maestros
chilenos, argentinos y uruguayos, pioneros en la organización sindical de los
profesores latinoamericanos cuya lucha por sus derechos laborales estaba unida
a la lucha por la transformación social y por una nueva educación, en momentos
en que la vanguardia socialista impulsaba la lucha de los trabajadores. Desde los albores de las luchas sociales en
nuestros `pueblos latinoamericanos, pues, ha sido la izquierda la impulsora de
ellas, no la derecha, que siempre ha estado comprometida con el atraso
económico y social y con la conservación de las estructuras de dominación,
desigualdad e injusticia, la que para
encubrir su papel conservador ha solido y suele acusar a los izquierdistas de
“manipuladores” de las masas, pero, cuando ha podido, esa derecha ha utilizado a los maestros para sus fines
electorales al servicio de la dominación oligárquica.
Desde
la década de los años 60 del siglo XX los maestros latinoamericanos emprendieron
un proceso de organizaciónl para fundar sindicatos únicos de tendencia clasista
, pues el sindicalismo “libre” exportada desde Estados Unidos había convertido
a los gremios de trabajadores en simples instrumentos de pasividad sindical
para favorecer a las clases dominantes, hecho que se dio también en los gremios
magisteriales, donde había más de un sindicato, fragmentación que impedía la
lucha unitaria por sus derechos. Esa
experiencia lo conocimos en el Perú de aquella década.
El
movimiento de unificación del magisterio de las décadas de los 60 y los 70 fue
continental, incluso mundial. En ese
contexto surgieron los nuevos sindicatos magisteriales en Argentina, Brasil,
Ecuador, Honduras, Colombia, etc.
En
el Perú se fundó el SUTEP día 6 de julio de 1972 en un Congreso Nacional que
por primera vez en nuestro decidió dotar a los maestros de una organización de
unidad clasista, con un Pliego de Reclamos que reclamaba los derechos fundamentales: un sueldo básico para todos los maestros, su
estabilidad laboral, el derecho irrestricto a su organización sindical y a la
huelga, pero también el derecho a proponer políticas educativas para cambiar el
caduco sistema educativo. Uno de los
aportes más significativos del SUTEP, desde su fundación, es su presencia en
las luchas del pueblo peruano, participando activamente en la fundación de los
Frentes de Defensa de los Intereses del Pueblo (FEDIP), una relación fluida de
los maestros con los sectores explotados de nuestro país, relación que para la
derecha es, casi, un “delito” y una “ofensa” contra la vieja concepción que
define al maestro como un “apóstol” pasivo e inclinado frente al poder de
turno. No es casual que el filósofo Luis Felipe Alarco, cuando fue Ministro de
Educación en 1980, dijo que durante los 12 años de la dictadura militar de
1968-1980 fue el SUTEP el que había salvado la dignidad nacional. Le costó el cargo, pero decía la verdad. En estos años se sigue escuchando y leyendo
opiniones que tratan de negar a los maestros el derecho de participación en la
vida política del país, idea oscurantista que tiñe también el proyecto de
reforma de la ley magisterial que el gobierno “nacionalista” ha puesto en manos
del Congreso de la República.
Hasta
hoy son nueve huelgas protagonizadas por el SUTEP, decenas de paros y movilizaciones, muchos de ellos en unidad con
los demás sindicatos y los Frentes de Defensa.
La lucha contra el fujimontesinismo tuvo en el SUTEP uno de los factores
más importantes, especialmente en la lucha contra su reforma educativa
neoliberal, madre de la política magisterial de los tres primeros gobiernos de
este siglo XX y que el actual se empecina en perpetuar. Aunque se pretenda ocultar, el SUTEP jugó un
rol movilizador contra la Constitución fujimontesinista que se impuso a través
del fraudulento Referéndum del 31 de octubre de 1993, defendida hoy, sin
ninguna vergüenza, por los posteriores gobernantes.
¿Cómo
han respondido las clases dominantes y sus voceros oficiales y oficiosos a la
lucha del SUTEP? En una primera etapa,
negando las justas exigencias de los maestros y reprimiendo a los dirigentes
con cárceles, juicios, maltratos físicos y destituciones del trabajo. Al arribar el neoliberalismo y su reforma
educativa a la chilena, empezaron a esgrimir la mentira de que el SUTEP y los
maestros son los culpables de la crisis educativa, argumento con el cual han
llegado a embaucar a no pocos padres de familia, periodistas ignorantes y/o
venales, así como a tantos “expertos” en
educación. Para los negociantes de la
educación privada este argumento es el mejor recurso para seguir expandiendo
ese vil negocio. Al mismo tiempo, la
derecha acusó también al SUTEP por su falta de propuesta educativa, pero cuando
el sindicato presentó su proyecto educativo al Parlamento fujimorista (1994) y
nuevamente en el año 2002, esa derecha se negó a discutir las propuestas, tal
como está haciendo en estos momentos con el Proyecto de Ley Magisterial
presentado al Parlamento actual por el sindicato.
En
esta larga lucha el factor interno que siempre jugó un papel disociador y hasta favorable a la
acción divisionista de los gobiernos y sus fines antisindicales fue Sendero
Luminoso. Su acción divisionista se percibe mejor en estos
momentos cuando inicia una “huelga nacional” en nombre pero al margen del
sindicato, levantando las reivindicaciones contra las cuales se pronunciaba en
el pasado. Su “huelga nacional” fue tan
“contundente” que se está desmoronando al margen de los “iluminados
dirigentes”, quienes están dispuestos a firmar actas en las cuales los
funcionarios del gobierno les prometan “conversar después”. En cuanto se enteraron del próximo inicio de
la huelga indefinida del SUTEP, los senderistas vienen declarando que la
suspensión de su "huelga nacional” es “temporal”, como si el regreso a
clases de los maestros involucrados en esa irresponsable aventura hubiese sido
el resultado de algún evento deliberativo de su organismo supuestamente
sindical, el CONARE, fachada del MOVADEF, fachada política, a su vez, de
Sendero Luminoso.
Una huelga justa
En condiciones muy especiales la huelga programada para el 5
de setiembre será una lucha que requiere el máximo acatamiento y la unidad más
férrea en torno a la dirigencia nacional y su Comité Nacional de Lucha.
Requiere el apoyo de los demás
sindicatos, de los padres de familia, de los estudiantes y de las fuerzas
políticas de izquierda y progresistas, pues la
derecha neoliberal está dispuesta a cerrar filas para la defensa de la
política magisterial neoliberal que propicia ahorro fiscal con el argumento
tecnocrático y productivista de la “meritocracia”. Esa derecha neoliberal se unifica hoy en
torno al gobierno del Presidente Ollanta Humala y su Ministro de Economía Luis
Castilla, funcionario made in USA-Banco Mundial, funcionario quien podría estar
en el mismo cargo con el gobierno español de Rajoy, en esa España donde los
derechos de los maestros y el derecho mismo a la educación siguen recortándose
para cumplir con las exigencias de los banqueros europeos y estadounidenses.
La derecha neoliberal está dispuesta
a derrotar el movimiento magisterial del SUTEP.
Como lo insinuó el único intelectual aprista, camuflado en La República,
esa derecha prefiere un SUTEP en manos de Sendero Luminoso, pues no duraría ni
un año para desaparecer. Por su parte,
el APRA busca derrotar al SUTEP para generar otro sindicato, dócil al neoliberalismo
que ese partido defiende hoy con vehemencia, dando un primer paso con la conformación de un segmento magisterial “privilegiado” a través de su Ley de Carrera Pública
Magisterial 2007).
Será, pues, una lucha compleja,
difícil, pero también definitoria del futuro desarrollo del SUTEP, mucho mejor
con la conquista de una nueva Ley Magisterial que recupere los derechos de los
docentes y siente las bases para el ejercicio de la docencia en mejores
condiciones materiales y espirituales, en las cuales la llamada “meritocracia”
no solamente sobra, sino que es un factor que profundizará aún más la crisis de
la educación peruana.
La huelga que se iniciará el 5 de
setiembre es justa y razonable. Justa
porque el diálogo con el gobierno ha sido un engaño por parte del gobierno, de
manera que a los maestros no les queda otra alternativa que recurrir a otras
formas de lucha. Razonable, porque las
exigencias del SUTEP responden a las necesidades reivindicativas de los
maestros peruanos, aspiraciones postergadas y sustituidas por medidas
contrarias a los derechos conquistados en tantos años de lucha; y porque el
contenido de la Ley de Reforma es, simplemente, un clon de la Ley de Carrera
Pública Magisterial vapuleada por la mayoría de los docentes.
Como para demostrar mejor el
contenido neoliberal del proyecto del
gobierno, uno de los altos burócratas del Ministerio de Educación, el
Viceministro de Gestión Pedagógica, Martín Vegas, está garantizando pensión
jubilatoria del 60% de la remuneración mensual; es decir, no hay, según la
nueva ley, pensión digna para los maestros que se jubilan, como no hay estabilidad
laboral. En el colmo de la burla contra
los maestros, considera como un gran aumento los 100 soles que ofrece el
gobierno para todos los maestros, cuando el costo de la canasta básica bordea
los 2000 soles. Para los gobernantes
actuales los maestros pueden trabajar con un salario equivalente a cuatro
almuerzos de un alto burócrata. Martín
Vegas, como se sabe, viene de Foro Educativo, una ONG que siempre ha ponderado
su papel en la generación de un proyecto educativo que permita mejorar la
educación peruana. La Ministra de
Educación viene también de esa cantera,
así como la mayoría de los miembros del Consejo Educativo Nacional; y del
Consorcio de Educadores Católicos. En
suma: la educación privada orientando a la educación pública.
¡Es demagogia pura hablar todos los
días de logros en el aprendizaje manteniendo una política magisterial contraria
a las necesidades reales de los maestros!
Esta contradicción indigna a los maestros peruanos y convierte en justa y
razonable la huelga indefinida que iniciarán el 5 de setiembre.
¡Honor a los mártires del magisterio
peruano asesinados por el Estado y por Sendero Luminoso!
Lima, 22 de agosto del 2012
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